Contrarreforma del aborto

. lunes, 23 de diciembre de 2013
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Imagina que un gobierno decide implantar una contrarreforma para una ley sobre la Salud Sexual e Interrupción del Embarazo, aunque anteriormente tampoco pudieses abortar libremente ya que tenías que realizar una serie de maniobras con psicólogos, explicaciones que nadie las merecía, excusas y supuestos para ocultar lo que querías hacer por miedo a lo que dirían, fechas y plazos máximos, autorizaciones, etc. La nueva ley prohibiría a menores de edad acceder a lo que debería ser un derecho universal, la capacidad de decidir libremente, otorgando así toda la potestad a la familia, negando a la mujer como sujeto,  obligaría a una mujer que supera la mayoría de edad administrativa y legal, a ser expuesta ante el peligro de un parto para traer al mundo a un hijo que o no quiere o no puede mantener porque vive en un sistema patriarcal y capitalista criminal, incluso si el bebé nace con malformaciones, o supone un riesgo para la madre, se antepondrá la vida de una célula, o de un feto no nacido a la de una mujer.  Los requisitos y trámites para poder realizar un aborto se incrementarían, dificultando así una decisión que sólo afecta a una persona. Estos procesos serán gestionados por consejos en una sanidad privatizada a lo largo de los últimos años, por lo tanto, sólo podrán acceder aquellas con mayor adquisición económica, siempre y cuando una comisión de “profesionales” dé el visto bueno.  Puede que todo esto te suene si vivías en los años 80.

Imagina que vives en un sistema donde la mujer es un ser inmaduro, tanto política como socialmente, supeditada a la opresión de los hombres, donde decisiones como la del aborto las tienen que tomar otros por ti, negándote como sujeto con capacidad de elección, de decisión, de opinión. Los medios de comunicación, propaganda, la educación impartida por instituciones religiosas, la propia familia, atentan contra ti día a día, aunque todo este sistema tiene un pilar, y eres tú y tu capacidad de traer bebés al mundo, que serán las futuras personas que lo sostengan. La maternidad es una imposición, y no una decisión, para la que te educarían desde tu infancia, regalándote muñecos para despertar ese supuesto instinto maternal, presionándote para creer que nuestro destino es casarte y parir para poder ser una mujer plena. Pero nunca te dirán lo importante que eres, únicamente te relegarán a esa función, a perpetuar tu opresión. Entenderías entonces que, si tú no traes bebés al mundo, el sistema debe castigarte por no trabajar para él, recuerda que eres un ser sin madurez. La prohibición del aborto es uno de los castigos que se te impondrán, no pueden permitir que dejes de ser su coño-fábrica de fuerza de trabajo, es decir, de futuras personas trabajadoras en sus fábricas. Puede ocurrir que seas lesbiana, o madre soltera, y que sí quieras traer a este mundo a un niño o niña, pero también recibirás tu castigo por haber tenido la osadía de romper con la línea impuesta, la heteronorma y la familia tradicional monogámica, por lo tanto, esa maternidad te será denegada, además de muchas otras formas que tendría ese sistema para torturarte.

Vives en un sistema patriarcal, que te oprime por no ser un varón blanco, de mediana edad, de alta posición social y occidental, y además,  en un sistema capitalista que te explotará por pertenecer a la clase obrera. Imagina que esta nueva ley viene dada por el PP y empezará a ser aplicada a partir de este año. Imagina que eres esa menor de edad que no ha recibido una educación sexual adecuada para evitar esto, o que la ha tenido pero por un accidente, su pareja impone su decisión por encima de la suya, o cuya familia católica la echaría de casa por lo que ellos consideran una deshonra, o que tiene miedo de lo que dirían sus allegados, o una mujer que no puede permitirse tener una hija, o cuyo bebé va a nacer con malformaciones con todo lo que eso conlleva, o que no puede permitirse pagar un aborto porque lo han reducido únicamente para aquellas que sí puedan, arriesgando su vida al recurrir a un aborto clandestino que condena a miles de mujeres en todo el mundo a una muerte tortuosa, o que simplemente has renegado de la maternidad sin necesidad de tener que pasar por un quirófano y no quieres tener que acudir a excusas como “supuestos” administrativos, simplemente NO QUIERES ser madre, o que eres lesbiana o la madre soltera que no pueden tenerlos porque sólo el sistema es el que decide quién tiene bebés o no. Imagina que eres mujer, y que vives en el estado español.

Hoy luchamos por un aborto libre, gratuito, seguro, no criminalizado, sin injerencias externas a la mujer afectada, sin permisos, trámites, psicólogos, ejército de profesionales, firmas, coacciones, por una maternidad opcional, y no obligada o denegada por un género y una clase opresora, y por una educación sexual adecuada.

En nuestros úteros y en nuestras vidas mandamos nosotras.

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